lunes, 16 de noviembre de 2020

CORTEJO EN PELIGRO DE EXTINCIÓN (Javier de la Iglesia)

 Una vez más me asombra la incoherencia, y si me lo permiten, la estupidez humana. Siempre respetando todos los puntos de vista porque yo no estoy diciendo que mi opinión sea Palabra de Dios. Esto todo viene de una de esas tardes lluviosamente otoñales en que, pasando por la sala, resbalas y caes debajo de la manta en sofá, rozando, a causa de la caída, el botón rojo del mando a distancia. Resulta que la televisión se enciende en un canal en el que se está tratando un tema que capta tu atención, cosa extraña debido a los pocos contenidos interesantes, y a te quedas mirando lo que aparece en la pantalla, a riesgo de quedarte dormido pues al sofá y a la manta les encanta llamar por el sueño. No fue este el caso.

El tema tratar era: “Relacionarse en tiempos del coronavirus” y lo enfocaban a la parte del “ligoteo”, aportando datos de crecimiento en las citas virtuales ya que el covid 19 no nos deja salir de casa todo lo que quisiéramos. De esto se deducía que el virus está cambiando, entre otras muchas cosas, la forma de relacionarnos. Cierto. Y en este reportaje salía un chico (joven, guapo, mono y moderno él) que decía que, por culpa del coronavirus, se estaba perdiendo todo el encanto en la forma de ligar, que ya no se podía quedar en persona para hacerlo y lamentablemente el arte del cortejo estaba desapareciendo. Y pienso yo: hombre, el arte del cortejo creo que ya hace tiempo que se perdió cuando la gente empezó a relacionarse a través de redes sociales y aplicaciones propias para ligar. En este caso llamemos ligar a darle alegría y placer al cuerpo, cosa que es maravillosa que para eso lo tenemos y de ahí el refrán de “Lo que han de comerse los gusanos que lo disfruten los humanos” (Siempre he pensado que los refranes son la cosa más acertada y con más razón del mundo) A lo mejor soy yo que, y aunque suene a lo típico de “no es para mí, es para un amigo”, nunca he usado dichas aplicaciones para ligar, cosa que a lo mejor explica porque no tengo pareja pues soy de los románticos antiguos (como nos llaman a los que pensamos que el arte del cortejo no se debería perder) que piensan que el amor no se busca, se encuentra; aunque digan que esto ya no se lleva. Pero vamos a centrarnos, que me voy por las ramas y soy capaz de llegar a la punta de la copa del árbol.

Íbamos por las declaraciones de ese chico (joven, guapo, mono y moderno él) con las que estaba completamente de acuerdo y pensaba “hombre no soy yo el único rarito anticuado” hasta que llegó la pregunta que hizo que a los adjetivos de joven, guapo, mono y moderno él, tuviese que añadir el de incoherente.

La pregunta fue: ¿Tú usas aplicaciones de este tipo? Y va el chico, con dos pares de los que cuelgan entre las piernas y dice: “Siii, desde hace años. Uso…” y nombró cuatro o cinco apps, de las que seguro todo el mundo está al tanto pero a mí solo me sonó una, conocidamente famosa.

Y digo yo: a ver chico (joven, guapo, mono, moderno e incoherente él) lo tuyo es quejarse por quejarse, lo que nos viene pasando a toda la sociedad actual en la cual llevamos la queja por bandera sea por lo que sea. ¿Me estás diciendo que llevas años quedando con gente a través de internet al modo de “hora y lugar, a poder ser sin ropa interior ya, ni me digas tu nombre que paso de rayarme, y si es por videollamada mejor que así no me muevo de cama” que el virus está haciendo que se pierda el arte del cortejo? Permítanme que subraye, resalte y ponga en mayúsculas uno de los adjetivos: joven, guapo, mono, moderno e INCOHERENTE él.

Vamos a ver, a lo mejor soy yo el extremo, el que no comprende la sociedad y el antiguo (posibilidad más que certera) pero digo yo: antes que nos podíamos reunir en persona no lo hacíamos o solo se quedaba para los estricta y necesariamente placentero, y ahora que, debido a los momentos que vivimos es mejor usar “prácticas a distancia” y vernos con mucha mas precaución con la gente que no convivimos… ¿nos acuerda y nos entran las ganas de cortejar y ser caballerosamente románticos antiguos a lo: “No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor”? ¡Pero si la poesía amatoria en las relaciones personales quedó olvidada para disgusto de los que nos llaman románticos antiguos y pasados de moda!

Esto me lleva a pensar, una vez más, que somos inconformistas y protestones por naturaleza. Que cuando podemos usar la poesía la consideramos una tontería y desfasada. Y cuando tenemos que usar el “aquí te pillo aquí te mato” nos acordamos y queremos usar la poesía. En fin, cada uno que viva como quiera que no es cuestionable y si disciplinariamente respetable. Esto solo fue incontinencia verbal ante un papel con un bolígrafo en la mano ante, lo que en mi personalísima opinión, es surrealista.

Yo me quedo con dos cosas: una serie de adjetivos como son joven, guapo, mono, moderno e INCOHERENTE él (que creo yo que se puede aplicar a toda la sociedad, no solo al chico del reportaje) y como no podía ser de otra manera con un refrán muy de nuestra Galicia: “Nin arre que fuxa, nin xo que se deite”